A diferencia de Argentina, que se vio sorprendida por un valeroso equipo de Arabia Saudí, los defensores del título han empezado bastante bien su Mundial al ganar 4-1 a Australia en un partido controlado.

A pesar de una apertura temprana y de la lesión de Lucas Hernández, los hombres de Didier Deschamps encontraron los recursos necesarios para remontar y luego tomar el control del partido.
El primero fue un magnífico cabezazo de Adrien Rabiot, que aprovechó un centro bien trabajado de Theo Hernández, que sustituyó a su hermano mayor para el empate.

El mismo Rabiot fue el responsable del gol de la victoria tras una confusión en la defensa australiana. Tras una recuperación de Kylian Mbappé, el centrocampista de la Juventus sirvió en bandeja de oro a Olivier Giroud para que marcara su primer gol en la competición y el 50º en toda su carrera de azul.

Y eso no es todo, porque tras el descanso, Kyllian Mbappé y Oliver Giroud, por su doblete personal, aumentaron el marcador. Con este doblete, el delantero del Ac Milan igualó a un tal Thierry Henry con 51 goles en la selección francesa.

Ousmane Dembeélé y Antoine Griezmann, Aurélien Tchouameni y la pareja de defensas Dayot Oupamecano e Ibrahima Konaté tuvieron una buena actuación en esta importante victoria de los campeones del mundo.
Australia, muy emprendedora al principio del partido, se hundió ante el talento de los franceses que volvieron a poner en juego de la manera más bella su título en este mundo qatarí.
La única nota negativa de los azules es la lesión de rodilla de Lucas Hernández, que deberá someterse a exámenes para precisar su estado de salud.

Los compañeros de Hugo Lloris han empezado muy bien, aunque no cuentan con varios jugadores importantes debido a las lesiones, antes de enfrentarse el sábado a Dinamarca, que empató contra Túnez.