El Stade de France de París fue el escenario de la final de la 67ª edición de la Liga de Campeones el sábado 28 de mayo, en la que el Real derrotó al Liverpool (1-0).
Fue un partido aburrido que no se recordará durante demasiado tiempo, pero fue un partido importante para el Madrid, que ha hecho una temporada estratosférica, ganando tanto la liga española como la Ldc.
El Liverpool fue más emprendedor en la primera parte, con Luis Díaz muy presente en las bandas y un balón de gol de Mané que se estrelló contra el poste en el minuto 21 de juego.
En la segunda parte, los merengues, que rápidamente se dieron cuenta de que tenían que ir a por el premio gordo -la copa con las orejas grandes- por decimocuarta vez en su historia, tomaron el asunto en sus manos. En el minuto 59, Federico Valverde recibió un buen balón por la derecha y centró a su hombre, Vinicius Jr., que acaba de catapultar el balón a la red de Alisson Becker. Y a pesar de un último esfuerzo de M.Salah en los últimos momentos del partido, que fue desviado por un portero imbatible, el Real ganó su 14º trofeo en la historia de la Ldc y confirmó su buena temporada.